emilie autumn

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opheliac

sábado, 4 de agosto de 2012

perdida en el tren...










Sentadas iban ellas dos, asiento 21 y 22… el tren viajaba a media noche, ya que se habían retrasado y perdido el primer viaje.

-Andrea… quieres que te cuente una historia?- ella miro a su compañera.

-no Alejandra, ya mucho tengo con viajar demasiadas horas, mejor déjame dormir.- se incorporo mejor a su asiento para intentar dormir en vano.

- vamos solo será una historia que una ves me contaron, se que te gustara.- sonreía.

- ok, supongo que no es tan larga…- la miro de mala gana.

- es un relato y sé que te gustara.- muy emocionada comenzó su relato.

Hace no muchos años, una madre viajaba con sus dos hijas. Esta tenía problemas de memoria a corto plazo y siempre solía olvidar las cosas y sobre todo a una de sus hijas, pero entre si las hermanas se recordaban mutuamente cada ves que su madre olvidaba.


Llevaban muchas horas de viaje pero antes de llegar las hermanas se pusieron a discutir, entonces una muy enojada se levanto del asiento llorando y se dirigió al baño que se encontraba al lado de los últimos asientos para lavar su cara… pero la otra hermana vengativa la encerró en el baño colocando una sutura para que esta no pudiera abrir la puerta, lo vio como una mala broma y a no mucho tiempo tendrían que bajar del tren… mientras que la menor quedo encerrada, no aguanto la desesperación y sabia que era la ultima estación y ella solo espero desconsolada gritando e intentando abrir la puerta pero era muy pequeña y por ende débil, sin mas que hacer solo se quedo sentada para que volvieran a buscarla. Pero nadie llegó, al rato después cansada solo se silencio.

al ser el ultimo asiento su ubicación no siempre la gente ocupaba ese lugar y al encontrarse ese año cerrado lo consideraron sin importancia sin darse cuenta que una niña estaría encerrada hay por mucho tiempo, hasta que un día un niño que se encontraba en ese mismo asiento quiso entrar al baño y al notar que la puerta no abría llamo a su madre para que lo ayudara, al lograr abrir la puerta de golpe encontraron el cadáver de la niña muerta y con una horrible pestilencia.

Desde entonces exactamente a las doce en punto aparece en el ultimo asiento del ultimo vagón una pequeña niña que mira por la ventana desconsolada, preguntando por su madre y su hermana sin retorno, viaja hasta el final y luego desaparece, si le diriges la palabra ella te preguntara por su abandono y si no respondes amaneces muerto en el ultimo asiento del mismo vagón.

- Alejandra esa historia son solo tonterías… no te das cuenta?- cruzándose de brazos enojada.

-¿eso crees? Mira la hora que es, las doce ¿sabes donde nos encontramos?- mirándola de reojo y con miedo.

- si en el ultimo vagón pero en los primeros asientos… - demostrando desinterés.

- aahhh… Andrea, mira al fondo.- nerviosamente moviendo a su compañera del brazo.

- no caeré no soy estúpida… -.

- solo mira!!!.- gritando y apuntando al final del vagón.

Ambas miraron el último asiento asomadas de su puesto, en este se encontraba una pequeña niña en el fondo.

- (murmurando) ves que no miento… - con miedo en la palabra.

- no seas estúpida es solo una niña, despierta esto es la vida real.- escépticamente hablando.

- entonces ve a hablarle…

- solo si me acompañas.

Ambas se dirigieron al final del vagón, algo temblorosas por el movimiento del tren y a paso lento, al llegar vieron a una niña de no más de 8 años mirando la ventana con tristeza… este lentamente volteo su cabeza a las dos chicas, Pero a una en especial.

- te vuelvo a ver hermana- dijo con voz rasposa pero aun así infantil y dirigiendo su mirada a Alejandra…

Esta petrificada sin poder explicar el porque la niña menciono eso… solo recuerda atormentada.

La pequeña dirigiendo con énfasis a la otra chica.

-veo que ella es tu amiga, un placer soy la hermana olvidada de Alejandra y aun no puedo volver a ver a mi madre por su culpa… - levantándose del asiento ambas chicas completamente anonadadas pero asustadas solo se quedaron sin decir una sola palabra y la niña mientras se acerca a ellas…

- ahora podremos estas juntas de nuevo hermana y ambas esperaremos a nuestra madre… por siempre.

Al otro día se encontraron dos cuerpos completamente destripados de unas jóvenes adolescentes de 17 años cuyas identificaciones decían… Andrea Martínez y Alejandra Díaz, en el último asiento del último vagón.

lunes, 14 de mayo de 2012

Sweet love



buenos días,
nos topamos de nuevo,
¿Como te encuentras?
¿Bien? Que bueno,
¿Te vas? ¿Tan pronto?
Ok, nos vemos

Oh, ¿Que tal?
otra vez en
el mismo lugar,
que casualidad,
veo que traes
galletas ¿Me das?

Sabes el azúcar
es lo mejor que hay
para mi, además de ti,
aunque en realidad
no lo sabes, pero
a ti no te importa

¿Porque no me amas?
eso me pone triste,
y no, no es un chiste
como los que digo
solo para verte sonreír.

De verdad me duele,
pero es tu culpa
¿Porque eres
tan dulce conmigo
sabiendo que soy
adicta al azúcar?

Descuida, te compensaré
siguiéndote paso a paso,
en la noche llegaré
a golpearte con un mazo,
y no acaba ahí,
estaras forzado a...
invitado a mi hogar

Tus gritos tan hermosos
como tu risa son,
enterrando esta navaja
en tu frío corazón
es como se baila
este danzón

¿Que dices? ¿Me amas?
mi amor por ti es
más grande que mis miedos,
ojalá no estuviera
moviendo tus labios
con mis dedos

No tienes corazón,
pero te doy el mío,
así sentiremos lo mismo
y tendré la razón
por haberte querido

La sangre es más
dulce que la miel,
yo te amaba
y ahora tú también

Aunque la muerte
nos separe
¿Verdad mi
hermoso cadáver
de chocolate?

~Gina~

miércoles, 2 de mayo de 2012

DETRAS DE UN SILENCIO

Silenciosa, siempre sentada, mirando aquella ventana…

Suena el celular y nunca contesta, mira indiferente y continua con su trabajo.

- hija me pasas el martillo por favor?- se levanta de su asiento, se acerca al instrumento y se lo entrega…

Su madre habla con la vecina, llora su desgracia entre cuchicheos y pelambreras.

-no comprendo porque ella es así, su hermana es un ejemplo-.

- quizás sea autismo, o algún problema emocional, tendrán que superarlo-.

-no puedo comprender-. Colocó sus manos en su rostro mientras derramaba lágrimas y su acompañante la consolaba.

Silenciosa, siempre sentada mientras sus ojos desorbitados miraban detalladamente todo a su alrededor, diviso un cuchillo y se acercó sigilosa.

Al intentar tomarlo una mano se poso sobre su muñeca bruscamente hasta que este callo al suelo.

- sabes muy bien lo que ocurrió la ultima ves que tomaste uno de estos, no vuelvas a cometer un error.- dijo una voz femenina.

Emitió sonidos de alaridos pero ninguna sola palabra.

Su padre se acercó a ella y con los ojos enfurecidos la azoto contra la muralla.

-no me gusta que discutas  con tu hermana, ella solo te quiere enseñar-. Dijo su padre mientras que la niña solo miraba con rabia y odio.

Silenciosa siempre sentada en su habitación, mientras que en unas hojas escribía como la única manera de expresar el dolor, sus muñecas destrozadas y polvorientas con un martillo destruía sus cabezas.

Miraba por aquella ventana donde divisaba el árbol donde su padre carpintero construyo su casita.

Escribía que los odiaba, a su padre y a su madre, incluyéndola a ella, aun no puede desaparecerla.

¿Por qué la torturaba? Antes ella jugaba alegre aunque la diferenciaban siempre tenia lo mejor y ahora solo se lo restriega en la cara.

Su madre entra a la habitación, descubre los escritos y  comienza a destruir todo, la pequeña solo mira como su madre en señal de odio corrompe su interior.

-eres una enferma, eres una loca, no sirves para nada, no eres como tu hermana…- (recordar de arrecho aquellas palabras).

La niña solo se asegura en silencio de un rincón, ella sabe bien que la enferma en la casa no es ella, sabe demasiado bien que ellos son los locos.

-te quedaras sin comer.- y sin mas que decir cerro la puerta de la habitación dejando a la pequeña sola.

La pequeña baja por las escaleras silenciosa cuan martirio a un pequeño pajarito le quita su voz, de lejos escucha como sus padres cenan junto a la privilegiada.

Pareciera que estaba a dieta ya que era muy delgada y nunca se alimentaba. Aun así sus padres la elogiaban, su perfección solo ella la notaba.

Mientras que sus cuadros un altar dedicado, admitamos que es hermosa, aunque su piel denote frialdad como la muerte en apariencia misma.

De un momento a otro la mirada corrompedora de sus padres se dirigen a la pequeña, ella huye a su habitación.

En su mente descontrolada por la ira se puede adivinar lo que piensa.

-ellos no me toman en cuenta, creen que soy una enferma, ellos simplemente me detestan, no como a ella, a pesar de que no pueden notarla, yo si noto su presencia y no puedo creer que la prefieran, yo pensaba que cambiaria… ahora cambiara.-

A las tres de la mañana suenan las teclas del piano, su padre con problemas de insomnio tomo unas lindas pastillas antes, dormirá sin notarlo, su madre se levanta algo asustada por la música, no sabe que pasa.

Divisa a la pequeña tocando el piano, murmurando una canción sin letra.

-ve a dormir es muy tarde, menciona la enojada mujer- nota una sombra al lado de la pequeña al parecer es su hermana algo borrosa y preocupada.

Se acerca bruscamente –ve a dormir, maldita mocosa desobediente- la niña sin pensarlo la mira y rápidamente clava un puñal en su pecho.

Siente el daño que has causado

Producto de una semilla, destruiste mi vida

Me deshice de ella y aun así te lamentas

Eres la peor madre que podría tener

Ahora muere como ella lo hiso una ves.

La hija había hablado, la madre asombrada sollozaba en el suelo mientras la sangre recorre el suelo, con lagrimas en sus ojos se sorprende de vivirlo nuevamente y ahora descansa alegre.

-gracias, podre verla de nuevo, vete al infierno demonio.- mientras con alegría su madre sonreía a aquella que fuera su hermana, al lado de la pequeña se encontraba.

-lo ocasionaste nuevamente, sabes que no durara para siempre- dijo la hermana a su lado mientras miraba.

La mentalmente mencionaba, vale la pena intentarlo, ahora dirige sus pensamientos a una sola imagen, un padre.

El sonido de las escaleras rechinantes, paso a paso escalofriante, ella siempre silenciosa, a su alrededor nadie podría percibirla, como una imagen desgastada la pequeña cansada se acerca a la cama donde un hombre bien formado aunque con los años desgastado yace en sueño rotundo producto de pastillas.

Regresando de las tierras de Morfeo un calor invade su cuerpo, un intenso dolor quemando su interior, sus parpados delirantes divisan una pequeña imagen, infante de inocencia, una pequeña niña, su silenciosa hija, en gloria de su muerte.

Las llamas de la cama alcanzan la habitación y seguida la casa, aquella imagen de inocencia logra escapar cegada por el humo solo con algunos implementos para recordar, cae fuera de la casa inconsciente para dormir plácidamente sobre el pequeño campo de flores.

Descansa pequeña inocente, victima cautiva de unos padres inconscientes, mañana amanece y nuestra luz no aparece.

Palabras mencionadas por aquella, su hermana que ahora desaparece.

A la mañana siguiente se encuentra durmiente, en su cama plácidamente, la luz entra por su ventana ahora fragante de color, iluminada como un canto místico.

Su frente es despejada de su cabello por unas manos suaves y pasivas, abre sus ojos lentamente y con asombro descubre como el dulce cae en amargo dolor, su canto se vuelve fúnebre al ver aquellas imágenes a su alrededor.

-buenos días hija- menciona aquella mujer cuyo rostro despide dulzura. Mientras que la sonrisa desquiciada de su hermana y su padre contemplan las lágrimas de dolor que desprende aquella pequeña.

-descansa, ya pronto te tendrás que levantar- dice aquella otra chica mas joven y perfecta de imagen borrosa.

-duerme mi pequeña…- menciona aquel padre de ojos delirantes marcados por las llamas de la noche anterior.

El nauseabundo dolor llena de impotencia a la menor, desesperación inconsciente palabras pasan por su mente dentro de un canto desgarrador.

Despierta de aquel sueño, un limbo siniestro, condenada a una pesadilla que te quita un poco de tu apacible voz, vuelve amargo ese dulce sabor.

la pequeña delirante menciona entre dientes lo ultimo que demuestra su fin de la mentalidad esquizofrénica invadida de imágenes que nunca serán despejadas.

- estoy eternamente condenada…

~candy~