martes, 16 de agosto de 2011
condena
a solo pasos de mi muerte
el dolor inerte en mi alma
condena aquella que delira en mi ser
despiadada mi suerte
jugando en mi contra
con esa daga fria y manchada
atraviesa mi podrido cuerpo
a quien no solo la pena y el dolor mancha
sino que quema en silencio
mas lento...
dulce cadaver que corrompiste
dulce sabor a desgracia
que desde el fondo
desterrado sin ojos
eterno, sin vista
sin sentir.
los guardare por siempre
entrada a tu largo camino
¡si! tus ojos
que suerte la mia
poseer el eterno sentir
de tu ser, dentro de aquel
mi muerte, mi dolor
mis ojos
mi tumba...
condena...
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